Freedom


Observo a mi alrededor y solo encuentro vacío. Mi ordenador conectado a la corriente, un escritorio y un armario. Si, también el armario está vacío. Toda mi vida madrileña acoplada cual juego de tetris en un trastero y mis trapitos en 7 maletas con destino Pontevedra.

Los zapatos no pueden ir en sus cajas por falta de espacio, los pantalones de pinzas se encuentran doblados como si de vaqueros se tratara, en una ridícula caja se ha mezclado toda la bisutería tipo bolas de lotería, y en cuanto a los bolsos... ni que decir tiene que tienen el "modo aplastamiento ON".

No importa, mañana llegan a casa, llegamos todos a casa... Sin más preocupación que la de escoger bien la maleta y las cuatro piezas privilegiadas que cruzarán el charco. Hoy he decidido que la maleta irá vacía, y todos sabemos como volverá, con o sin chiringuito de camisetas I ♥ NY. Mi mente puesta en Manhattan olvidando todo tipo de resoluciones judiciales, en forma de autos, dictadas en fase intermedia.

Con todo lo intenso del día, no puedo olvidar que hoy zanjé una etapa, una más; que el tiempo no perdona y no tan poco a poco nos vamos haciendo mayores, me encuentro a un paso de licenciarme y abro paso a mi último verano de universitaria. Que lo disfrutes, querida.

Un día alguien me dijo: "Bienvenida a la libertad", y hoy sí, esta frase tiene sentido. Gracias.