DIARIO DE UNA NOVIA | CAPÍTULO 4

Ahora que estamos a días de empezar a repartir las invitaciones de la boda (y que por cierto, estoy deseando enseñaros porque son absolutamente increíbles) quiero hablaros de un tema del que poco se habla y que, desde mi punto de vista, es bastante importante: los invitados de la boda.

Obviamente hay muchos tipos de boda en función del número de invitados: desde las más familiares con a penas 30 invitados hasta las más multitudinarias con varios cientos de invitados. Yo diría que la nuestra es una boda normal, una boda a la que están invitadas las personas que queremos que estén y nada más. Suena obvio ¿verdad? Pues no es tan sencillo como acabáis de leerlo.

BODA ENCANTADA LISTA INVITADOS

Es una de las primeras cosas que debéis hacer antes de organizar cualquier otra cosa, ya que el número de invitados marca el ritmo - y obviamente el presupuesto -, del resto de cosas. Al principio es sencillo y divertido, empiezas por lo fácil: mamá, papá, hermanos, abuelos, tios, primos... si sois una familia grande te sorprenderá cómo sin darte cuenta el número se dispara, ¿de verdad somos tantos?

Continúas, a fin de cuentas son tus invitados y mola que estén en esa lista que crece por momentos. Empiezas por los amigos y por los novios, maridos, mujeres, parejas de hecho, parejas sin hecho y hasta "esa persona con la que lleva un mes y que le hace ilusión que esté". ¡Madre mía, seguimos sumando! Es curioso porque puede que en esta lista ya estés incluyendo algo del tipo: "novia de fulanito" porque ni si quiera te sabes el nombre pero estás invitando a tu boda. Pero no pasa nada, asumes, si a esa persona le hace ilusión a ti también, y entonces sigues sumando invitados.

Dejas la lista siempre abierta, porque durante los 3 primeros meses te vendrán a la cabeza muchas personas con las que te hace ilusión compartir ese día, pero que a priori no tenías en tu lista, así que poco a poco la vas cubriendo - esto a Javi le pasaba constantemente, era un cuentagotas continuo -. 

No es nuestro caso, porque es nuestra boda y finalmente decidimos no aceptar compromisos de ningún tipo, pero si los tuvieses - que no es nada malo, simplemente una decisión -, te sorprenderá que un compromiso lleva a otro y es la pescadilla que se muerde la cola: "si invito a estos, claro, también tengo que invitar a estos otros"; "si viene no se quien y fulanito se entera le puede parecer mal...", "no puedo dejar de invitar a estos porque su hija invitó a mis padres..." y así un largo etcétera que hace que se disparen los números.

Voy a ser completamente sincera con vosotros, hubo un momento en el que nos dejamos llevar por los números y por esos compromisos que os comentaba y llegamos a sumar más de 300 invitados en la boda. Se dice pronto, en 3 caracteres, pero de verdad que son muchísimos. Decidimos recortar ampliamente porque queríamos disfrutar del día y nos asustó mucho que con tantas personas se nos complicase, queremos estar con todos y cada uno de nuestros invitados, disfrutar de ellos, verlos, abrazarlos y bailar muchas horas, pero con más de 300 personas era inviable poder dedicar tiempo de calidad a cada una de esas personas y eso nos aterró.

Así que si, llegó un día en el que nos sentamos, lo hablamos y decidimos recortar: primero - y por razones obvias - los compromisos, teníamos cerca de 60 personas en esta categoría. 

En segundo lugar a esas personas a las que hacía muchos años que no veíamos y que habíamos invitado por puro romanticismo recordando lo bien que en su día nos lo habíamos pasado. Entendimos que era pasado y que en ese caso las tornas se cambiaban y quizás el compromiso era para ellos. Un compromiso más que una ilusión real. 

Y dejamos una tercera partida de recorte para determinadas personas que habían llegado hace muy poco a las vidas de nuestros invitados, o que todavía ni conocíamos, o que simplemente tampoco nos hacía ilusión que estuvieran - porque a veces las cosas son así de claras y no hay por qué colorearlas -. 

Y si, lo conseguimos, conseguimos depurar una lista de invitados que inicialmente se nos escapaba de las manos (y del bolsillo), para conseguir reunir a nuestras personas favoritas en el mundo (bueno no, Brad Pitt lamentablemente no viene). Y cuando por fin tienes este número, aunque sea aproximado, porque ya nos han adelantado que aproximadamente un 20% de los invitados suele "caerse", es cuando puedes empezar a organizar todo lo demás.

Diría que la lista de invitados es el punto de partida, este número condiciona el presupuesto, el lugar que escojas (hay sitios en los que no aceptan menos de 100 invitados, y en muchos otros en los que no tienen aforo para más de 250, por ejemplo) y gran parte del presupuesto de los proveedores, porque muchas de las cosas que imaginas - y las que no imaginas también - dependen de ese número de invitados: barra libre, detalles, regalos, catering, autobuses... y en ocasiones hasta la decoración de la boda.

BODA ENCANTADA LISTA INVITADOS


Así que, si estás en ese punto en el que empiezas a organizar tu boda y no sabes por dónde empezar, te lo adelanto: ¡LA LISTA DE INVITADOS!

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