TRIP: PROVENZA Y COSTA AZUL II




Niza. Tras Cannes la siguiente parada fue Niza, tengo que confesar que me sorprendió. No me habían hablado del todo bien de Niza e iba con una idea predeterminada no muy buena, hasta que conocí la ciudad.

Pasear por la avenida "promenade des anglais" es una delicia, aconsejo hacerlo desde el hotel Negresco (que tuve la oportunidad de estar dentro y es maravilloso) hasta el vieux port (donde las embarcaciones también son impresionantes).

En la parte final del paseo y antes de llegar al vieux port encontraréis unas escaleras que os dirigen al castillo "Le chateau" que ofrece unas vistas increíbles de toda la ciudad, y que además, los jardines y la cascada (la colline du chateau) merecen mucho la pena.

Justo debajo (muy cerca de las escaleras) y en línea paralela al paseo encontraréis el marché aux fleurs (Cours Saleya), que como ya imagináis es un mercado tanto gastronómico como de plantas y flores y sin duda, ha sido mi favorito de todo el viaje.

Ya en el centro, la vida de la ciudad gira en torno a la place Massena, que además de ser muy colorida (y donde se encuentran las prestigiosas Galerías Lafayette) es el punto del que surgen las calles principales de la ciudad y donde se encuentra la fuente de vapor (fontaine du soleil).

Si lo que quieres es ir de compras a Niza: Av. Jean Médicine, donde además se encuentra el centro comercial Nice Etoile; el Carré d'Or reúne las más prestigiosas boutiques de la ciudad y la conforman: rue Paradis, rue Alphonse Karr, avenue de Suède y avenue de Verdun.


Mónaco. El camino de Niza a Mónaco es el más bonito por la costa, en el que encontrarás: Villefranche-sur-mer, las vistas desde la carretera son geniales, pero os recomiendo muchísimo bajar al pueblo porque tiene mucho encanto. También encontrarás Èze, un pueblo sobre una montaña que merece mucho mucho la pena conocer, aunque no te llevará más de una hora (un 10 a las vistas).

Mónaco está dividido (a grosso modo) en cuatro partes: Fontvieille, Monaco-ville, Monte-Carlo y playa de Larvotto.

  • En Fontvieille está el jardín exótico, con unas vistas impresionantes y donde todo está cuidado al detalle. Si tienes tiempo, es parada obligatoria.
  • En Mónaco-ville se encuentra el museo oceanográfico, el palacio principal (que cuenta con unas vistas espectaculares desde el mirador), la catedral de San Nicolás y los jardines Saint Martin. Recomiendo toda esta zona, sobre todo callejear y descubrir.
  • Monte-Carlo es la zona más lujosa y probablemente conocida, donde se encuentra el puerto principal, como bien imaginaréis es digno de dedicarle un buen paseo porque las embarcaciones son impresionantes. En el propio paseo del puerto y cerca de la salida de la carrera de Fórmula 1 hay un supermercado que se llama Casino con un puesto de pizzas ¡que están para morirse! Hacer el circuito de Fórmula 1 es siempre una opción divertida y además, tendrás la posibilidad de alquilar algún coche de lujo para recorrer dicho circuito. El casino es impresionante y sus alrededores, llenos de tiendas de lujo y jardines, todavía más. Merece la pena dedicar tiempo a esta zona.
  • Finalmente, en Larvotto está el jardín japonés, que pese a ser muy pequeño aseguro que es absolutamente genial, es como transportarse directamente a Japón. También está la playa con varios "beach clubs" y restaurantes a pie de playa. Y por último, el Grimaldi Forum, centro de congresos y cultural en el que tienen lugar numerosos eventos. 
A Menton le dedicamos poquísimo tiempo porque era nuestra última parada de subida y después de Mónaco llegamos con el tiempo justo. Lo más bonito es sin duda su arquitectura llena de color, en especial, en la zona de playa. 

Es conocida como "ciudad de arte e historia" porque cuenta con varios museos: el de Bellas Artes, el de Jean Cocteau con la sale de matrimonios de Ville, el de prehistoria regional... Así como también varios parques, aunque el más conocido es el jardín del palacio de Carnolès.


Aix-en-provence. El viaje de subida lo hicimos por la costa y el de bajada nos apeteció adentrarnos un poco en la provenza del interior. Aix-en-provence sin duda, es el punto central de la provenza repleto de plazas, bares, restaurantes, fuentes (23 en concreto) y flores. Merece la pena tanto el interior de la zona antigua (fundamentalmente peatonal) como los campos provenzales.

No cuenta con demasiados monumentos pero merece la pena conocer la torre del reloj (actualmente es el Ayuntamiento); la rue Gaston Saporta, además de ser muy animada, cuenta con 4 palacios de los siglos XVII y XVIII; el paseo Mirabeau con múltiples cafés y restaurantes.

Aix-en-provence cuenta con muchas tiendas a lo largo de sus calles, así que recomiendo callejear y perderse por las mismas y descubrir cada una de estas tiendas. Así como también hacer una foto desde el tejado del Grand théâtre de Provence.

Al norte de Aix-en-provence podrás visitar la fábrica de L'Occitane (autopista A51 Z.| Saint Maurice), la visita es guiada y gratuita, aunque deberás inscribirte en la oficina de turismo de Manosque. En la tienda disfrutarás de un 10% de descuento en todos sus productos.


Avignon. Nuestra parada en Avignon fue muy breve en la que únicamente conocimos el centro de la ciudad medieval repleto de plazas (merece la pena la plaza del reloj - Place de l'horloge, que es el corazón del casco antiguo), Pont d'Avignon (Bènezet), el palacio de los Papas (el monumento más grande del mundo gótico), el petit palais de Avignon; y las mejores vistas de la ciudad se aprecian desde la Roca y los jardines des Doms.

Si te quedas a comer en Avignon no dejes de probar una degustación de quesos y foie con una copita de vino (Côte du Rhone).

La lavanda es el símbolo de la provenza pero los campos únicamente se tiñen de colores azules y violetas en período de floración, es decir, de junio a septiembre. A mi no me coincidió en época así que no pude disfrutar de sus campos pero os recomiendo seguir una ruta de lavanda, ya sea en coche, a pie o en bicicleta.

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