TRIP: PROVENZA Y COSTA AZUL


Montpellier: Partimos de Barcelona con destino Mónaco, así que la primera parada que elegimos fue Montpellier (346 kms). Se que no suele estar entre el TOP3 de ciudades de este viaje pero aseguro que a mi me encantó. 

En primer lugar conocimos Antigone, que es un distrito de Montpellier diseñado por el arquitecto catalán Ricardo Bofill e inspirado en la arquitectura de la antigua Grecia. 

Después pusimos rumbo al Centre Ville, donde pudimos conocer el Château d'Eau ubicado en la Place Royale du Peyrou y continuar por la Rue Foch donde encontraremos la puerta de Montpellier: l'arc de triomphe du Peyrou. Una vez en el centro recomiendo perderse por sus callecitas en las que encontraréis muchísimos cafés afterwork, puestos de flores con mucho encanto y tiendas que nada tienen que envidiar a las de otras ciudades más conocidas, como Majestic (22, rue de la loge), Godiva (15, rue de la logue), o la Boutique Coqueline (8, rue de la Croix-d'Or) hasta llegar a la place de la comédie, que es sencillamente espectacular.


En Marsella no pasamos demasiado tiempo así que poco o nada puedo recomendaros salvo el hotel en el que nos hospedamos: Mama Shelter (64, rue de la Loubière) con un desayuno estupendo. 

Simplemente conocimos el puerto viejo (Vieux port), el exterior de la basílica de Nôtre Dame de la Garde, que tiene unas vistas impresionantes de la ciudad y paseamos por la calle principal (Canebière, donde se encuentran las Galerías Lafayette) que precisamente desemboca en el puerto. 

Por una cuestión de tiempo no pudimos visitar el palacio Longchamp (en el museo de bellas artes) aunque me hubiera encantando.

En Marsella es imprescindible comprar uno de sus jabones típicos, para ello os recomiendo visitar el barrio Le Panier con talleres artesanos. Además, no olvides darte un paseíllo por las que se convirtieron en mis calles favoritas y repletas de tiendas estupendas: Saint Ferréol, La tour, rue Paradis y rue Grigman. [LOOK EN MARSELLA]


Saint Tropez es mucho más pequeño de lo que imaginaba y llegar desde la autopista hasta el centro supone varios Kms por una carretera secundaria (que por cierto, se hace eterna) y que primero obliga a visitar St. Raphäel, que es el pueblecito anterior.

Destaca fundamentalmente el colorido de sus edificios bajos, un puerto pequeño pero con embarcaciones inmensas, los restaurantes y cafés a pie de puerto y sobre todo, el lujo de las tiendas de su calle principal.

Si coincides en St Tropez un martes o sábado no te pierdas el mercado des lides, con especialidades francesas gourmet y flores, muchas flores. Un buen mirador, aunque de pago, es el que se encuentra en Ciudadela, nosotros subimos a pie, aunque creo que también se puede hacer en coche.

Si lo que buscas es una playa a nosotros nos encantó Pampelonne en Ramatuelle que se encuentra a 5kms del centro del pueblo. Cuenta con varios "beach club" pero en temporada baja todavía están cerrados. [LOOK EN ST. TROPEZ]


Cannes. Teníamos pensado pasar sólo unas horas en Cannes pero nos gustó tantísimo que decidimos pasar todo un día y visitarlo también de noche. Su puerto, junto con el de Mónaco, es absolutamente impresionante. Recomiendo un paseo tranquilo por él para curiosear los yates y mansiones flotantes que allí atracan. 

Aunque es pequeño, tiene muchas cosas que ver, en el mismo puerto, se encuentra el Palais des festivals donde se celebra el famoso festival de cine de Cannes y en esa misma calle el paseo de la fama con las huellas de los famosos actores que por allí han pasado.

La promenade de la croisette es mi paseo favoritísimo de Cannes repleto de tiendas importantes y hoteles prestigiosos con muchísimo lujo y a primera línea de puerto y playa. Es un paseo espectacular. Dos calles hacia el centro (y en paralelo) encontrarás rue d'Antibes con tiendas geniales (y bastante más económicas que las de Croisette) y la rue Meynadier que es genial para las compras gastronómicas. Pero sin duda, la calle de moda es rue Hoche con restaurantes, cafés, peluqueros y tiendas de prêt-à-porter.

A mi me encantó subir a lo alto de Cannes para tener vistas panorámicas de toda la ciudad y el puerto. Además, merece la pena callejear por las calles estrechas y subir por sus escaleras descubriendo la pintoresca y colorida arquitectura de la ciudad hasta llegar a la colina del Suquet.

Hay dos mercados importantes en Cannes, y como todos los mercados en Francia, merece la pena conocer: el mercado Forville, donde encontrarás especias, aceites, tomates y por supuesto flores y mercado de la Bocca (ambos abiertos de 7 a 13 horas). Próximo al mercado Forville y cerca del puerto, encontrarás la estación de autobús que llama su atención por la increíble fachada.

La siguiente parada es Niza y estos tramos recomiendo hacerlos por la carretera y no por la autopista, me refiero de Cannes a Menton, y esto por dos razones: 1) la autopista es carísima en la costa azul, 2) la carretera va por la costa y tiene paradas y lugares maravillosos por descubrir. Pero esta segunda etapa la dejaré para el próximo post.

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