Orden de aplicación de los productos.

En esta primera entrada de "Con sombras y a lo loco" os hablaré del orden de aplicación de los productos de maquillaje.

En primer lugar, es imprescindible que nuestro rostro esté totalmente limpio. Para ello, echaremos mano de una leche limpiadora y, a continuación, de un disco empapado con tónico o loción clarificante. De este modo ya estaríamos listos para aplicar nuestra crema hidratante.


Es de vital importancia conocer nuestro tipo de piel en todo momento. Si nuestra piel es seca, deberemos elegir una crema hidratante específica para este tipo de piel, mientras que las pieles con tendencia grasa, preferirán una hidratante matificante que nos regule la grasa de nuestra piel y prevenga de este modo la aparición de granitos y brillos.

A continuación, un paso que no es del todo imprescindible, pero que sí ayudará a evitar la aparición de brillos y que ampliará la duración de la base de maquillaje: el primer o prebase de maquillaje. Es muy útil si lo que queremos es matificar, reducir los poros y preparar nuestra piel para la base de maquillaje.


Según mi experiencia, soy de los que prefiere aplicarse el corrector antes de la base de maquillaje. Lo digo porque hay gente que prefiere hacerlo directamente después. Si sois del segundo grupo y preferís seguir ese orden, pues adelante.

Los correctores se utilizan básicamente para disimular imperfecciones como granitos, rojeces y ojeras. No obstante, no todos los correctores son iguales en textura, color y finalidad. Para no extenderme demasiado, el tema de los correctores lo abordaré en otra entrada.


Seguidamente, procederíamos a la aplicación de nuestra base de maquillaje. El tema de las bases de maquillaje es un mundo aparte. Las hay líquidas, en crema, en polvo, en crema-polvo, etc. Si antes os decía que a la hora de escoger la crema hidratante debíamos tener en cuenta nuestro tipo de piel, en este paso, además, deberemos conocer nuestro tono de piel o el que más se aproxime. De todas maneras, trataré el tema de las bases de maquillaje en varias entradas aparte, más específicamente.

Si lo que queremos es matificar nuestra base de maquillaje o darle un mayor toque de color o si lo que buscamos es un acabado empolvado, entonces deberemos echar mano de los polvos. Los hay compactos, sueltos, traslúcidos, bronceadores,... Por eso, del mismo modo que con los correctores y la base de maquillaje, iré hablando de ellos en entradas posteriores.


Así, en síntesis, el orden a seguir a partir de este momento sería algo como lo que sigue:

- Contorno facial.
- Iluminador.
- Sombra de ojos (sí, chicas, no os preocupéis, este tema lo abordaremos en profundidad).
- Perfilador de ojos.
- Máscara de pestañas.
- Lápiz de cejas.
- Lápiz de labios y labial.
- Colorete.
- Contorno de ojos.

Como es normal, el orden de aplicación de productos varía dependiendo de los resultados que busque la persona o de cómo le guste más. Si tenéis alguna aportación, la podréis dejar aquí abajo en los comentarios. Os lo agradeceré.

Nos vemos en la siguiente entrada.

Bisou, bisou,
Javier.